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“Algunas de las víctimas del terremoto de Lorca, por desgracia, fallecieron por no conocer cómo actuar en una situación así”

3 de junio de 2011

Entrevistamos a Álvaro González Gómez, Geólogo Investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, que el próximo 10 de junio analizará en la UNED de Tudela los riesgos sísmicos reales que tiene la Península, cuáles son las zonas más peligrosas y por qué.

¿Podría haberse evitado lo ocurrido en Lorca? ¿Cómo?

“Para evitar desgracias como la de Lorca las únicas herramientas de las que se dispone son de prevención a largo plazo, ya que sigue siendo imposible dar alertas previas a un terremoto para, por ejemplo, evacuar a la población.

Unas de estas herramientas son las normas de construcción resistente a terremotos, que en España son de cumplimiento obligatorio. El ejemplo de su importancia es que la mayor parte de los edificios recientes de Lorca, construidos cuando estas normas estaban ya en vigor, no sufrieron daños graves. Pero también el terremoto ha evidenciado las deficiencias de la actual norma, que próximamente se reemplazará por una mejorada. Los edificios más antiguos en general resultaron mucho más dañados. Para evitar esto último habría que fomentar las ayudas públicas a la rehabilitación de inmuebles, ya que precisamente las familias que viven en construcciones vulnerables suelen ser las más humildes y las que por tanto más difícilmente pueden invertir en tales obras.Por otra parte, debería divulgarse más sobre estos fenómenos y dar instrucciones a la población sobre cómo protegerse frente a ellos. Algunas de las víctimas de Lorca por desgracia fallecieron por no conocer cómo actuar en una situación así”.

¿Qué circunstancias se dieron para que tuviera lugar ese terremoto en Lorca y no en otro punto de la geografía española?

“Lorca es una de las localidades españolas donde se han registrado más terremotos. En los últimos 450 años ya había sufrido otros cuatro temblores con intensidad semejante a la de este último. También han ocurrido allí numerosos terremotos más leves. Sin ir más lejos, en las pedanías de La Paca y Zarcilla de Ramos (dentro del término municipal de Lorca) hubo un terremoto con daños relevantes en 2005. Esta actividad se debe a que existe una falla (fractura de la corteza terrestre) de más de ochenta kilómetros de longitud que atraviesa buena parte de la provincia de Murcia, y cruza Lorca por la mitad del casco urbano. Los bloques del terreno a un lado y a otro de la falla se mueven episódicamente uno con respecto a otro de manera brusca, generando vibraciones que son los terremotos”.

¿Qué zonas de España son más propensas a este tipo de fenómenos?

“Los terremotos ocurren allí donde hay bloques de la corteza terrestre que se mueven unos con respecto a otros, a lo largo de fallas. Tienden a ocurrir sistemáticamente en los mismos lugares, cerca de donde ya ocurrieron otros terremotos en el pasado. En España la mayor parte de los terremotos tienen lugar en el este y sureste de la península. También en los Pirineos y, ya con menor frecuencia, en otras cadenas montañosas, como la Cantábrica o la Ibérica. Hay también varias zonas submarinas frente a las costas de Portugal y Andalucía donde pueden generarse temblores de gran magnitud. Incluso los terremotos que ocurren en el norte de Argelia pueden causar tsunamis que lleguen a nuestras costas, como uno pequeño que se generó allí en el año 2003 y hundió embarcaciones de recreo en varios puertos de Baleares. Actualmente se están cartografiando las fallas que pueden generar grandes temblores, y cada nuevo terremoto que tiene lugar, por pequeño que sea, nos da información para mejorar los mapas de peligro sísmico”.

¿Han ocurrido fenómenos similares en nuestra historia reciente? ¿Cuáles?

“El anterior terremoto con víctimas directas en España fue el de Albolote (Granada) en 1956, que causó once fallecidos. Como el de Lorca, su magnitud fue moderada, pero tuvo efectos graves por su proximidad a la población y por lo vulnerables que eran las construcciones de la zona. Hay que remontarse a 1884 para encontrarnos con el último terremoto muy grave en España, que tuvo lugar también en la provincia de Granada, pero fue de mayor magnitud (en torno a 6.5); destruyó varias poblaciones, causó más de 800 víctimas mortales, y dejó a decenas de miles de personas sin hogar”.

¿Podría suceder en España un terremoto de magnitud 7 u 8?

Sí, de hecho han sucedido ya, aunque afortunadamente con poca frecuencia. El terremoto más grave del que tenemos crónicas tuvo lugar en 1755. Ocurrió frente a las costas de Portugal y Huelva, y se le estima una magnitud enorme, de 8.5. Destruyó buena parte de Portugal (incluyendo Lisboa) y del sureste de España, y generó un tsunami de hasta diez metros de altura que barrió las costas de Portugal, Huelva, Cádiz y Marruecos. Unas quince mil personas fallecieron. El terremoto más grande de las últimas décadas en nuestras proximidades fue también submarino; se originó al suroeste de la península en 1969 y alcanzó una magnitud de 7.3. Causó 19 víctimas mortales, siete de ellas indirectas en la provincia de Huelva, por ataques al corazón. Los grandes terremotos en España suponen un reto de planificación y prevención, ya que son poco frecuentes, pero podrían tener graves consecuencias”.