“Hay mucha hambre de innovar y de trabajar por un cambio para evitar la descapitalización productiva y humana de las ciudades medias y pequeñas de España”. Con estas palabras, el secretario general para el Reto Demográfico, Francesc Boya Alós, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha desvelado esta mañana que el Gobierno financiará con subvenciones cerca de un millar de proyectos innovadores que buscan transformar el territorio. Estas iniciativas se presentaron a un programa de ayudas para entidades sin ánimo de lucro que se resolverá pronto y que lucha por evitar la despoblación.
Boya ha participado hoy en la presentación del II Simposio sobre ciudades medias y pequeñas españolas, que ha llevado por título “Territorio, identidad y arraigo” y que ha sido organizado por la UNED de Tudela, en colaboración con el citado ministerio. En la inauguración del evento han participado, además del secretario general para el Reto Demográfico, el consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, Óscar Chivite; el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero; y el director de la UNED de Tudela, Luis J. Fernández.
El simposio, que ha contado con inscritos de toda España y que ha podido seguirse a través de internet, trata de arrojar luz sobre las virtudes de los núcleos de población de entre 20.000 y 300.000 habitantes, para luchar contra el declive que están sufriendo en los últimos años, en contraposición al crecimiento de las grandes urbes.
Precisamente, esta ha sido una de las reflexiones aportadas por Boya, que ha indicado que se debe poner en cuestión determinados modelos de crecimiento que se demuestran claramente insostenibles. “Necesitamos avanzar hacia territorios sostenibles, por lo que hay que impulsar lo pequeño y poner topes a lo muy grande, ya que hay modelos de ciudad que no van a ser sostenibles”, ha sostenido.
A su juicio, el objetivo que se persigue en este ámbito es el de “desarrollar políticas de cohesión que sean capaces de atender a los desequilibrios existentes y a las brechas que se han ido abriendo durante décadas”. Un propósito que, según ha avanzado, ha de originar respuestas complejas. “Navarra es un buen ejemplo de cómo sus administraciones han asumido estos retos y han desarrollado una estrategia con un plan de acción”, ha añadido.
En este sentido, ha esgrimido que no hay que entender este asunto como un reto demográfico. “La demografía es un síntoma de un problema más profundo, que tiene que ver con las desigualdades territoriales”, ha defendido, al tiempo que ha apostado por “ser capaces de desarrollar una nueva mirada sobre el territorio, para verlo de una manera holística, que entienda por qué se producen esas dinámicas y por qué algunas de ellas llevan al éxito y otras, al fracaso”.
Ahondado en esta reflexión, ha subrayado que “si existe el talento y el ecosistema de condiciones para desarrollarlo, casi todo es posible en casi todos los lugares”. Por ello, el desafío se plantea en lograr poner esas condiciones que permitan que los jóvenes se sientan atraídos por formas de vida diferentes a las de las grandes ciudades.
A modo de conclusión, ha sentenciado que “generar redes locales que busquen la funcionalidad y hacer frente a los retos, hacen que las ciudades medias sean unos aliados imprescindibles y unos elementos muy centrales para ordenar la cohesión territorial de nuestro país”.
Atomizada estructura municipal
En el turno de intervención del consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, Óscar Chivite, se ha hecho hincapié en que la Comunidad foral se caracteriza por su diversidad y su atomizada estructura municipal, lo que “nos hace poner en valor nuestra pluralidad, pero siempre desde una perspectiva firme en nuestra identidad y en el arraigo de nuestro territorio”.
Chivite ha remarcado que el Ejecutivo navarro trabaja para ofrecer “la igualdad de oportunidades en todo el territorio, a través de una perspectiva transversal que incorpora la regresión demográfica como un principio que se debe tener en cuenta en cualquier política”. Dentro de ese objetivo, ha desvelado que no se trata de una cuestión meramente demográfica, territorial o geográfica, sino que, en el fondo, “es una cuestión de calidad democrática, porque afecta a los derechos de las personas”.
“Somos defensores de las políticas que vertebran Navarra y lo hacemos siempre contando con las entidades locales”, ha asegurado el consejero, para incidir después en que su propósito es conseguir que “cada navarro sea libre para desarrollar un proyecto de vida de calidad en el lugar que decida”.
Para afianzar ese modelo territorial integrador, colaborativo y de cohesión, Chivite ha manifestado que es necesario contar con la participación de todos los actores, institucionales, sociales y civiles, y generar una inteligencia compartida sobre el territorio, potenciando la necesaria alianza entre el mundo rural y el urbano.
Como ejemplo, se ha detenido en la nueva fórmula de financiación local aprobada la pasada legislatura, que está permitiendo la identificación de municipios tractores, es decir, de aquellos que, como Tudela, juegan un papel supramunicipal en la vertebración del territorio y que, por ello, reciben un refuerzo en su financiación local.
Por último, ha recordado que la vertebración de Navarra y su cohesión territorial solo es posible si se prestan servicios de calidad en todos los lugares y, por esa razón, se ha de implantar una buena conexión, tanto física como digital. “Los desafíos pasarán por el avance de las grandes infraestructuras, como el Tren de Altas Prestaciones y el Canal de Navarra, que son fundamentales para la cohesión y la riqueza de todo el territorio”, ha concluido.
Voluntad política
En cuanto al alcalde de Tudela, Alejandro Toquero ha puesto sobre la mesa que la definición de ciudades medias y pequeñas se liga a términos de calidad de vida y progreso cuantificables. “Nos referimos a elementos tan vitales como la vivienda, la atención sanitaria, las comunicaciones y, sobre todo, el empleo”, ha desgranado.
Tras reconocer que hay claros ejemplos de ciudades con un potencial increíble y servicios suficientes, pero que no atraen población y se estancan, ha alegado que, como firme defensor del municipalismo, “la cohesión territorial ha de ser una voluntad política tanto del gobierno nacional como de los autonómicos”.
“Si todas las ciudades y pueblos fuésemos tratados por igual, sin sesgo político y con financiaciones adecuadas a nuestras necesidades, sí que podríamos explotar al máximo nuestras potencialidades”, ha declarado.
Los parches y las renovaciones estéticas, según su opinión, “nunca podrán suplir a una financiación justa y suficiente, y a un verdadero plan de desarrollo”. “O las grandes administraciones nos respaldan, o seremos carne de cañón”, ha vaticinado, antes de remarcar que la clave está en la palabra descentralización.
Por otra parte, el director de la UNED de Tudela, Luis J. Fernández, ha valorado la importancia de simposios como el de hoy, que nació el año pasado con una vocación de prolongarse en el tiempo y de analizar el declive de las ciudades medias y pequeñas de España.
“Debemos luchar con convicción contra ese estigma de que en estas ciudades nunca pasa nada, y ser capaces de aprovechar las fortalezas de estos lugares, como la comodidad, el arraigo territorial de sus habitantes o la calidad de vida, para dar un impulso y frenar el descenso de población que están sufriendo en los últimos años”, ha reclamado.