"La proliferación de palacios barrocos en Tudela es fruto del ambiente artístico de la ciudad, que surtió de obras a toda Navarra y a las regiones vecinas"
Entrevistamos a Carlos Carrasco Navarro, Doctor en Historia del Arte.
Su tesis "Arquitectura señorial del barroco en Tudela. Privilegios, patronatos y casas principales de la nobleza" ha inspirado el curso que imparte estos días en la UNED de Tudela y que lleva por título “Arquitectura y nobleza en la Tudela del Barroco”. La actividad analiza los aspectos principales de la nobleza tudelana de los siglos XVII y XVIII: su origen, patronatos y privilegios, especialmente de sus casas principales.
En Tudela, se produjo una proliferación de edificios palaciegos durante los siglos XVII y XVIII que dieron lugar al mejor conjunto señorial del Barroco navarro. Explíquenos el por qué de este fenómeno.
“Es fruto del ambiente artístico de la ciudad, donde se instaló un foco de producción de cuadros y retablos, además de buenos arquitectos, que surtió de obras a toda Navarra y a las regiones vecinas”.
¿En qué consistían estas construcciones? ¿Cómo eran?
“Son grandes edificios de ladrillo sobre bases de piedra, casas repletas de enormes balcones y llamativos escudos bajo trabajados aleros de madera. En esta época destacan sobremanera las escaleras, de muchos tramos y bajo curiosas bóvedas”.
¿Qué tipo de edificios de esta tipología se pueden visitar en Tudela?
“La mayoría no son visitables por ser de propiedad privada o encontrarse en mal estado, aunque sus fachadas siguen siendo muy atractivas. Sin embargo, tenemos la posibilidad de visitar el mejor de ellos, la Casa de Huarte (Archivo Municipal y Biblioteca), para dejarnos impresionar por la cúpula de la escalera que parece flotar mágicamente sobre nuestras cabezas”.
Desde el punto de vista turístico y cultural ¿qué pueden aportar los contenidos del curso a la ciudad de Tudela?
“Es un enriquecimiento general sobre la Historia de la ciudad y sobre un periodo poco conocido. Cubre un hueco existente cuando los habitantes y turistas podían llegar a preguntarse quién, cómo y por qué construyeron esos edificios que uno se encuentra en un paseo por Tudela. Espero que de ese modo pueda aumentar el atractivo turístico de la ciudad, completando la oferta existente”.