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"Lo mejor que he hecho en mi vida es estudiar"

11 de junio de 2009

Entrevista con Diego Bouzas Cabello, Alumno de la UNED de Tudela

Con 18 años puso, por primera vez, un pie en un aula universitaria y, desde entonces, no ha parado. Diego es un zaragozano de 32 años que cuenta con una amplia formación a sus espaldas. La UNED de Tudela le ha permitido trabajar y complementar sus estudios de Ingeniería Informática con otras carreras como las de Ingeniería Industrial, Psicología o Matemáticas. Corría el año 1997 cuando Diego comenzó sus estudios de Ingeniería Informática en la Universidad de Zaragoza. Tan sólo tres años después decidió dar un paso más. "Mi hermana estudiaba Educación a través de la UNED. Así que decidí probar suerte y me matriculé en Psicología. Un vecino mío estaba estudiando esta carrera a través de la universidad a distancia y me animó".

Éste sería el primer contacto de Diego con la UNED. Pero, ni mucho menos, el último. En 2002 decidió estudiar un MBA de Comercio durante año y medio en la localidad sueca de Luleå. Para él la distancia nunca ha sido ningún obstáculo para continuar formándose.

"Fue en Luleå donde conocí a mi novia Carine. Ella estaba de Erasmus. Hablábamos en inglés. Después de estar allí año y medio decidimos regresar a España. Y fue entonces cuando empecé a estudiar Ingeniería Industrial en la UNED de Tudela, carrera que espero finalizar el próximo año".

Hasta noviembre de 2008 Diego ha permanecido en Castejón trabajando como ingeniero. Después de los exámenes de febrero, volvió a hacer sus maletas y se mudó, junto a su novia, de nuevo a Suecia para trabajar en un interesante proyecto como Ingeniero Civil sin dejar de lado los libros.

"Este año he comenzado a estudiar Matemáticas a través de la UNED de Tudela y, además, he solicitado hacer en septiembre un Máster en Geotecnia e Ingeniería de Minas. He oído hablar muy bien de él. Mi novia cursó algunas asignaturas y la verdad es que me apetecía. El tener un trabajo con un horario flexible me permite seguir formándome".

[Asegura que su experiencia en la UNED de Tudela no puede ser mejor.]

"Todo me ha ido bastante bien. He aprobado casi todo dedicando muchas horas. Si algo tengo claro es que quien aprueba una carrera en la UNED, tiene un nivel alto. Desde luego, son estudios muy preparados para trabajar en España. Animo a la gente a seguir mi ejemplo. Además, la flexibilidad que da la UNED de TUDELA es muy buena".

En estos más de 14 años de estudios universitarios, Diego agradece el apoyo familiar que ha recibido. Sin embargo, son muchos los que no han comprendido su inquietud por el saber.

"Lo mejor que he hecho en mi vida es estudiar. Hay mucha gente que me pregunta: ¿vas a estudiar otra carrera?, ¿para qué? A veces ni yo mismo lo sé. Pero me dejo guiar por mis instintos. Formarse es más que estudiar una carrera y trabajar. Es otra perspectiva de cómo ver la vida. También es un riesgo. Es una experiencia personal y profesional que recomiendo".

Afortunadamente, Diego no es uno de los más de cuatro millones de parados que existen en nuestro país. Sin embargo, él no descarta que un día pueda ser una víctima más del desempleo.

"Me puede afectar el tema del paro y mucho. Pero, si algo tengo claro, es que toda la formación que reciba siempre me va a beneficiar. Considero que la educación es una de las cosas más importantes de un país. La gente, en España, lleva estudiando 10 años inglés y no sabe hablar el idioma. Otro ejemplo claro es el siguiente: en España un estudiante tarda, de media, entre siete y ocho años en acabar la carrera de Ingeniería; en cambio, en Francia, los estudios se cursan en cinco años y no se puede repetir. De ahí que un ingeniero francés llegue al mercado laboral con una media de 23 años".

Diego quiere seguir avanzando. Ya están pensando, de hecho, en un futuro no muy lejano, en realizar un doctorado en Psicología, en la especialidad de Clínica, y otro en Ingeniería Civil. El único pero es el tiempo.

"Apenas tengo tiempo de disfrutar de mis hobbies. Echo de menos poder ir a correr o al gimnasio. Incluso jugar al fútbol como lo hacía de niño".

Actualmente Diego y su novia residen en Suecia; allí el Mar Báltico se congela pero, parece, que a Diego, al menos de momento, no se le ha congelado su afán y su espíritu por aprender.