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"Servimos a personas que están en el lado más débil de la sociedad"

23 de junio de 2009

La UNED de Tudela ha acogido un Curso sobre Normativa Internacional en Materia de Familia. Una actividad que contó con las ponencias de Pablo Buitrón, Cónsul de Ecuador, y Juan José Álvarez, Catedrático de Derecho Internacional Privado.

Llegaron en busca de una nueva vida. Y, en ocasiones, han tropezado con grandes obstáculos. España es uno de los países del mundo con un mayor número de inmigrantes en porcentaje. La institución de la familia se ha globalizado al igual que su salvaguarda y los problemas que se derivan de su ruptura.

Está a la orden del día, por ejemplo, la adopción de menores extranjeros por parte de ciudadanos españoles o el divorcio de una pareja extranjera.

"Imaginemos que dos personas de nacionalidad ecuatoriana se casan y vienen a vivir a Tudela. Una vez en la capital ribera, se rompe la pareja y se divorcian ante un juez español. Esa sentencia de divorcio es válida en nuestro país pero no en Ecuador. Es una situación que no tiene sentido. La solución sería añadir una claúsula adicional al convenio bilateral entre España y Ecuador".

Es la opinión de un experto. La semana pasada el Catedrático de Derecho Internacional Privado y Director de la UNED de Bergara, Juan José Álvarez, fue ponente del Curso sobre Normativa Internacional en Materia de Familia. Una actividad dirigida a operadores jurídicos y cuyo principal objetivo fue diagnosticar los principales problemas legales vinculados a la Extranjería Internacional.

"Cuando una persona extranjera llega a nuestro país todos sus actos de derecho privado empiezan a tener un elemento conflictual; cualquier ámbito del día a día genera conflicto entre la ley española y la ley extranjera que esta persona trae consigo".

Situación que conoce bien Pablo Buitrón, Cónsul de Ecuador y ponente del Curso sobre Normativa Internacional en Materia de Familia.

"Servimos a personas que están en el lado más débil de la sociedad. Hay experiencias difíciles. Nos comprometemos humanamente con las dificultades de las personas".

Han pasado ya 20 años desde que Pablo desembarcara en nuestro país y 10 años desde que llegara al Consulado de Ecuador. Asegura que en todo este tiempo se ha incrementado considerablemente el número de ecuatorianos en nuestro país. En Navarra se sitúa ya en torno a los 16.000.

"Los puntos más sensibles son los divorcios. Aquellos ecuatorianos que han contraído matrimonio en nuestro país y se divorcian en España se ven obligados a contratar un abogado ecuatoriano para que les lleve a cabo este trámite ante un juez ecuatoriano".

Consultas relacionadas con los pasaportes o con las inscripciones de nacimiento suelen ser, también, frecuentes entre la población ecuatoriana que acude al Consulado.

No cabe duda de que el idioma ayuda mucho a los ecuatorianos en su llegada a nuestro país. Sin embargo, esta herencia española no es suficiente para su integración. Ésta depende de todos.