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Juan Mª Sánchez Prieto: "El estudiante de la UNED tiene mucha capacidad para transformar su experiencia vital en conocimiento"

Profesor tutor de UNED Tudela durante 25 años, se jubila justo después de haber pronunciado la lección inaugural del curso académico 2025-2026

3 de octubre de 2025

Juan María Sánchez Prieto es un rostro habitual de UNED Tudela. O lo era hasta este curso 2025-2026, cuando comienza su etapa de jubilación. Atrás han quedado 25 años de vinculación con el Centro Asociado a la UNED en Tudela, impartiendo Historia Contemporánea. Él es uno de los tres profesores tutores, junto a Enrique Alonso y Eduardo Huguet, que se han despedido de UNED Tudela estos días para empezar a disfrutar de su merecido descanso. Pero él, además, tuvo la fortuna de haber sido designado para pronunciar la lección inaugural de este curso académico, titulada Tres tiempos de la España democrática. Y echando la vista atrás, reconoce que estas más de dos décadas enseñando en esta universidad han sido una experiencia muy positiva en su carrera.

Antiguo becario del Gobierno francés y doctor en Historia, durante su trayectoria ha realizado estancias de investigación en las universidades de Navarra, Paul Valéry de Montpellier, París-Sorbona y Montesquieu de Burdeos. Y aunque se jubile, seguirá en activo, ya que se encuentra preparando un libro sobre la Transición española, que le servirá para culminar investigaciones anteriores y una amplia dedicación docente.

¿Cómo valora su paso por UNED Tudela, que se ha prolongado durante un cuarto de siglo?

Lo valoro como un período siempre grato y particularmente enriquecedor desde el punto de vista personal. La UNED es una universidad diferente, con un alumnado diverso y muy variado en edad, de mayor madurez humana por ello, que aporta mucho al docente, aun cuando el estudiante pueda carecer de una trayectoria continua en su formación. Lo que uno pueda trasladar como docente se beneficia a su vez del caudal que recibe: mucha experiencia vital y mucha capacidad por parte de ese alumnado de transformar esa experiencia en conocimiento. Eso es la UNED, un gran intercambio personal y de conocimientos, profundo conocimiento también de la vida y, en el caso de UNED Tudela, en un marco incomparable como es el Palacio del Marqués de San Adrián, una maravilla.

En estas más de dos décadas, ¿cómo ha cambiado la forma de enseñar en una universidad semipresencial como la UNED

Lo que ha cambiado fundamentalmente es el soporte tecnológico. Y ahí la UNED, que fue pionera, ha de hacer un esfuerzo para no quedarse atrás. La revolución tecnológica se acelera hoy más que nunca y las plataformas de la UNED han de ser competitivas como las que más, para mejorar la interacción con el alumnado que sigue las enseñanzas de manera virtual, sin abandonar la presencialidad en los centros.

En cuanto a los estudiantes, ¿cuál ha sido su evolución o sus principales cambios durante este tiempo?

Ha habido un antes y después de la COVID-19. Un cambio, me temo, que inquietante. La pandemia hizo proliferar y ha extendido, mejorándolas, las tecnologías online, flexibilizando y cambiando los hábitos de trabajo, también universitario. Ha acentuado y normalizado, por otra parte, la reclusión en el propio yo y el disfrute del entorno doméstico, sacrificando los hábitos de sociabilidad real. En la UNED se ha acusado en los últimos años la disminución del flujo de alumnos en los centros asociados. Si además facilitamos que todas las clases semanales presenciales previstas en los centros puedan seguirse también online, como fue necesario en los tiempos de la COVID-19 y ahora se sigue haciendo, atendiendo a la demanda, entonces el problema tiene difícil solución, en mi opinión.

¿Qué nuevos desafíos cree que tiene por delante una educación como la que ofrece la UNED?

Mi preocupación es que la la UNED permanezca fiel a si misma. Que no prescinda de su sello originario, que es lo que la distingue de la multiplicación hoy día de universidades puramente online. Los centros asociados de la UNED son un remanso de universidad presencial dentro de la universidad a distancia, imprescindible para hacer universidad y sentirse parte de ella.

¿Cuál ha sido el momento más gratificante de su carrera como docente en UNED Tudela?

¿Momento? Para mí, lo más importante y satisfactorio ha sido haber hecho el camino, haber mantenido este camino paralelo a mi propia carrera académica en la universidad presencial. Gracias a UNED Tudela, he podido sentirme y ser más universitario. He hecho el camino hasta el final y, por ello, me ha resultado particularmente gratificante, y le agradezco el gesto al equipo directivo, el haber podido impartir la lección inaugural del curso académico 2025-2026 en mi despedida.

¿Qué consejos daría a los nuevos profesores que comienzan ahora?

Que se den de verdad. Que busquen el contacto personal en el centro asociado. Que sepan acompañar de verdad a sus estudiantes. Que no se conformen con impartir brillantemente sus clases online.

¿Cómo cree que ha impactado en la sociedad de Tudela y su Ribera durante estas más de dos décadas el hecho de contar en Tudela con un centro asociado de la UNED?

Ha sido el principal referente universitario de Tudela. Ha acercado la universidad de manera sencilla y asequible a todo el mundo, cualquiera que fuese su inquietud de saber y ser más, que, a fin de cuentas, eso es la universidad.

¿Qué aprendió de sus estudiantes durante todos estos años?

Mucho. Ya lo he dicho antes. He recibido más de lo que he dado. Y mucho cariño. No solo de los estudiantes. También del equipo directivo. Y del personal de administración y servicios, de manera singular. Sin esas personas, con sus nombres y apellidos y circunstancias concretas, con su dedicación, buen hacer y discreción, UNED Tudela no sería lo que es hoy. Lo hacen siempre todo más fácil a todas y a todos.

¿Se le quedó algún reto pendiente que quisiera implementar, pero no llevó a cabo?

Me hubiera gustado dar más. Me ha costado marcharme. Nunca he buscado cambiar de centro asociado, habiendo uno pegado a mi lugar habitual de trabajo en la Universidad Pública de Navarra, en Pamplona. He estado siempre muy a gusto aquí. He sido un poco egoísta, en ese sentido. Doblemente egoísta, también en el sentido más inconfesable. Me hubiera gustado hacer más cosas en el centro, venciendo la incomodidad de la distancia.

¿Cómo le gustaría que lo recordaran en UNED Tudela?

Si llegan a recordarme, ya será un logro.