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“El aburrimiento no es malo. Es un impulso que nos lleva a actuar en determinadas direcciones”

13 de diciembre de 2013

Entrevistamos a Francisco Claro Izaguirre, Profesor Titular de Psicobiología en la Facultad de Psicología de la UNED, que ha impartido la conferencia El aburrimiento, trastorno de la modernidad o adaptación de la mente y de la conducta, en la UNED de Tudela.

¿Qué es el aburrimiento?

En realidad yo le doy vueltas a ese tema porque no tengo muy claro qué es; a mi me da la impresión de que es un impulso como el hambre, la sed, el deseo sexual… como algo que tenemos los seres vivos, los mamíferos, y que nos impulsa a actuar en determinadas direcciones.

¿Se puede estudiar el aburrimiento? ¿En qué nos basamos?

Es una excelente pregunta. Fundamentalmente nos basamos en la literatura; hay algún grupo que hace experimentos, pero hay problemas para estudiar el aburrimiento experimentalmente. No es un estado sencillo de inducir, de una manera fiable.

Hay un debate acerca de si los animales son capaces de aburrirse o no, o si el aburrimiento es una cosa tan humana como el lenguaje o el sentido del humor; no hay un modelo animal de eso, aunque yo pienso que si que los animales sí se pueden aburrir.

¿Por qué es tan interesante estudiar esta emoción o este estado de ánimo?

Es importante porque es ubicuo. De alguna manera, todos tenemos la experiencia de habernos aburrido: no es una cosa rara. Todos tenemos una experiencia directa de ello, pero al intentar ponerlo en palabras y definirlo es cuando empiezan las dificultades.

No es sencillo decir qué es el aburrimiento, qué me aburre, cuándo, si soy yo el que se aburre o son las cosas que hay fuera las que me aburren a mi… Eso lo hace interesante.

No hay mucha bibliografía académica sobre ello; en psicología es muy escasa: hay crítica literaria sobre el aburrimiento porque es un tema literario de la Modernidad, pero no hay mucho escrito sobre ello.

¿Qué consecuencias acarrea el aburrimiento?

Acarrea consecuencias que no son graves; en ningún momento es una patología grave que una persona que esté aburrida, tenga que acudir a un psicólogo o a un psiquiatra.

El aburrimiento es una experiencia común y quizás el problema no es tanto el aburrirse, como el intentar huir instantáneamente de cualquier cosa que nos pueda parecer algo aburrida; al final lo que hacemos es malgastar mucho tiempo en cosas para pasar el tiempo y para divertirnos que, en realidad, son mucho más aburridas que el propio aburrimiento. No dejamos que el aburrimiento fluya de alguna manera y sea una oportunidad para pensar.

¿Estudiar el aburrimiento puede ser definitivo para nuestra vida social?

No, decisivo no. Estudiar el aburrimiento puede ser interesante por dos cosas. En primer lugar porque es una cuestión por la que todos pasamos y si es malo aburrirse, mucho peor es aburrir. Uno puede aburrirse, pero es imperdonable que aburra; y vale la pena estudiarlo, aunque sólo sea para evitarlo.

En segundo lugar estudiar el aburrimiento, ser consciente de que existe y que es un estado de ánimo que puede funcionar para mover a las personas; creo que es una clave muy importante para leer la literatura de los últimos 200 años. Esa clave nos ayudará a entender cómo los autores mueven personajes en las novelas, en el teatro, en la ficción.

Tiene una influencia tremenda en cómo vemos el mundo y en cómo vivimos nuestra vida.

Ser etiquetado de “aburrido” está como mal visto (socialmente), ¿cómo podemos evitarlo?

La etiqueta de aburrido sería terrible para un profesor y para cualquiera que tenga que comunicar; pero que uno sea un poco aburrido, no es tan grave.

Quizás en la actualidad tenga cierto matiz peyorativo y surja cierto pudor al reconocer que uno es un poco aburrido o que se aburre… enseguida nos pueden etiquetar de Loser (perdedor). Eso se puede sobrellevar, ya que el aburrimiento no cursa con culpa. El deprimido se siente culpable y busca en su pasado las causas de su desdicha y de su pena, y siente culpa de algo que no ha hecho bien. El aburrido, por el contrario, no se siente culpable; se puede sentir un poco avergonzado si es descubierto. No pasa nada por aburrirse.

¿Se teme al aburrimiento?

Sí; en general, se teme a cualquier incomodidad. Pasar una tarde solo, una tarde sin calefacción…

¿Es cierto que el aburrimiento fomenta la creatividad?

Sí. Es una de las cosas que se dicen y que están en la bibliografía: hay un aburrimiento creativo, cuando le das tiempo a abrir horizontes. Es como el hambre; si tu dejas que tu apetito se desarrolle cuando vas a comer y te han preparado una excelente comida, disfrutarás más que si notas el más mínimo interés por comer. El aburrimiento nos puede inspirar y hay que darle una oportunidad; es bueno.

¿Quiénes se aburren más?

En general se aburren más las personas cuanto más jóvenes son, aunque tener más propensión al aburrimiento, no quiere decir que te aburras más; tampoco hay diferencia de sexo.

Parece ser que los antiguos se aburrían menos que los modernos y que las tribus se aburren menos que los occidentales. Y en general, los animales no se aburren mucho.