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"La puerta del Juicio te está contando algo al pasar; tienes que parar y leer. Es un libro de piedra"

14 de abril de 2014

Conocemos la historia de la puerta del Juicio de la Catedral de Tudela de la mano de Diego Carasusán y Blanca Aldanondo, periodista y fotógrafa de Diario de Navarra.

El ciclo de conferencias Tudela y los tudelanos: su historia contada por sus gentes, celebrado en la UNED de Tudela con el fin dar a conocer diferentes aspectos de la historia, la cultura y las gentes de la localidad, ha reunido a numerosos estudiosos locales y regionales que han impartido un total de nueve charlas temáticas, abarcando distintas épocas y contenidos desde los orígenes de Tudela hasta la época contemporánea.

Diego Carasusán y Blanca Aldanondo, periodista y fotógrafa de Diario de Navarra respectivamente, fueron los encargados de iniciar el ciclo el pasado 14 de marzo con la charla La puerta del Juicio de la Catedral de Tudela. Y es que ambos, aficionados a la Historia y a la Historia del Arte, han realizado un riguroso estudio en el que, además de recrear cómo pudo ser la puerta del Juicio policromada, explican con detalle la interpretación de las 150 dovelas que componen este tesoro del patrimonio tudelano.

Diego Carasusán. “Como periodistas conocemos las visitas guiadas a la catedral y hacemos las fotografías en la puerta del Juicio, que es dónde se reúnen los visitantes. Allí se explican dos o tres escenas y la gente que las escucha se queda con ganas de saber más: la visita continúa y a mí siempre me ha quedado la curiosidad por saber qué escondían todas las demás historias. La idea del libro surge de intentar leer todas los trabajos que se han redactado y recopilar todas las interpretaciones de las escenas”.

D.C. “Lo curioso de la Puerta del Juicio es que no envuelve una sola historia sino muchas. Por un lado está el mensaje religioso, que es lo que todo el mundo espera, pero detrás de ello se encierra lo que llamamos un periódico de hace 800 años: las inquietudes y problemas de los tudelanos de la época quedaron reflejados en la Puerta del Juicio. Más allá de buenos y malos, es una crónica social de la Edad Media de Tudela”.

Blanca Aldanondo ha sido la encargada de ilustrar el estudio: “ Lo más difícil es la documentación: nosotros somos periodistas, no somos expertos en Arte. Aunque tengas una cultura visual sobre el Románico, hay que saber lo que estás haciendo y tienes que documentarte. Una vez hecho, es un trabajo de hormiga: primero la cuestión fotográfica, todas las dovelas, hacerlo bien…”.

B.A. “Al hacer una foto estás encima de la puerta y no la puedes fotografiar: es el problema de hacer una foto de una pieza. Es una zona oscura, difícil de fotografiar para que quede perfecta y el proceso de colorear eso son horas sin conocimiento; con mucha paciencia y como una afición, yo pintaba dovelas los domingos”.

D.C. “Han sido 3 años de trabajo y no hemos parado de emocionarnos con el estudio; de ver que todas esas cosas las desconocíamos, las queríamos explicar y comprender también nosotros mismos. Según vas investigando, encuentras historias que son fascinantes y te meten tanto en la historia que no lo puedes dejar. Lo hablamos con una pasión tan alucinante que lo único que podemos hacer es divulgarlo de la mejor forma posible y a la mayor gente posible”.

B.A. “Estaba acostumbrada a ver los monumentos y a decir: ¡qué templo!, ¡qué catedral tan espectacular!, ¡las bóvedas!, ¡los tallistas!... Pero no había reparado en que no es sólo eso; es que la puerta del Juicio te está contando algo al pasar, y te tienes que parar y leer. Es un libro de piedra”.

D.C. “La puerta del Juicio tiene muchísimos detalles y cuando ya lo teníamos prácticamente terminado, aparecieron dos bichitos en ambos extremos de la puerta que nos hicieron cambiar todos los gráficos y la policromía; ¡tuvimos que cambiar el 50% del trabajo cuando ya estaba a punto de entrar en la imprenta!”

Tanto Diego como Blanca hablan entusiasmados de su trabajo, cuyo objetivo es “dar a conocer a los tudelanos la joya que tenemos, porque pasan por delante de la puerta y no saben ni siquiera el mensaje que transmite. La gente viene con sus amigos de otras partes de España, les explican la puerta del Juicio con mucho orgullo y se quedan en esas dos o tres escenas que todo el mundo conoce… ¡pero hay 150! Cuando se conocen las cosas, es cuando se aman y se pueden defender; nuestro trabajo es ese, que se conozca de verdad y se valore con conocimiento”.

D.C. “En Tudela hay muchas joyas y el problema es, precisamente, que no se conoce la historia; lo que pretendemos con este trabajo es que sea muy divulgativo, que lo entienda todo el mundo. Si viene un científico y le explicamos la Casa del Almirante con tecnicismos, aunque sea un experto no le va a llegar al corazón. Los técnicos, los científicos, los historiadores, los artistas tienen que hacer el esfuerzo de trasladar todo lo que ellos saben al lenguaje del pueblo llano; hablamos de la Edad Media y hacerla accesible para el público en general”.

B.A. “Claro que hay joyas, pero no las conocemos a fondo: no sabemos por qué están ahí, para que se construyeron, para que servían. No lo hacían sólo por lo bonito, sino para más. En el caso de la puerta, para adoctrinar al pueblo; la Iglesia ponía una puerta atractiva para llamar la atención del pueblo y transmitir su mensaje, su doctrina”.

Toda esta labor se ha recogido en el libro La Puerta del Juicio, que reproduce cómo se cree que fue hace 800 años cuando estaba policromada.

Más información en calle Magallón 8, en el 948 821 535 o en www.unedtudela.es

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