"Yo era su madre, su maestra, su amiga... lo era todo para ellas"
Salus Sáenz García, alumna del Curso "Formación en la Gestión y Desarrollo de Organizaciones no Gubernamentales y no Lucrativas" impartido por la UNED de Tudela, acaba de regresar de una beca de voluntariado en Coca.
Fue en julio de 2009 cuando Salus se embarcó en esta nueva experiencia. Abandonó durante cinco meses su trabajo como cuidadora para colaborar en un Centro de Acogida y Apoyo Integral a mujeres y niñas víctimas de malos tratos y violencia sexual; tiempo más que suficiente para darse cuenta de las muchas dificultades y los innumerables dramas que padecen muchas mujeres, niñas y niños en Coca.
"Lo que más me ha impresionado ha sido la alta pobreza de muchas mujeres, su escasa libertad e independencia respecto de los hombres y los abusos sexuales a niñas de hasta 4 años. Muchos de ellos se producían dentro de su entorno familiar y escolar".
Salus trabajaba junto a un equipo de mujeres profesionales y valientes que, muchas veces a contracorriente y en condiciones adversas, trataban de proteger y defender los Derechos Humanos de mujeres, niñas y niños. En más de una ocasión nos comenta que, junto a la Trabajadora Social, rastreaban y visitaban determinadas zonas para poder hacer frente a situaciones de emergencia, extrema carencia, abandonos o explotación sexual.
"Desgraciadamente, los índices de Violencia Intrafamiliar y de Género en Ecuador son muy elevados; 4 de cada 10 mujeres sufren maltrato entre todos los días y una vez por mes".
Como Educadora Social estuvo al cuidado de dos niñas adolescentes que habían sufrido abusos sexuales.
"Yo era su madre, su amiga, su maestra... Lo era todo para ellas. Algunas presentaban un increíble déficit de socialización; no sabían cuando era su cumpleaños; tenían miedo hasta de salir a la calle y relacionarse con la gente".
Junto a un extraordinario equipo humano, elaboró proyectos de Buenos Tratos que se están impartiendo durante este curso en diferentes colegios, dirigidos a las familias, al profesorado y al alumnado. Diseñó programas y talleres de fortalecimiento y creación de grupos de mujeres. Participó activamente en la Red de Prevención de Violencia Intrafamiliar y de Género en el Cantón de Francisco de Orellana.
"La experiencia ha sido tremenda. He conocido a mujeres muy valientes, de especial sensibilidad. Día a día se enfrentaban a situaciones que congelan el alma".
A esta Educadora Social le encantaría regresar a Coca. Asegura que "si hubiera tenido treinta años, me habría quedado allí con ellas". Lo que tiene muy claro es que, aunque sea en la distancia, desde Tudela les seguirá tendiendo la mano.
